jueves, 3 de enero de 2013

Thomas Cole / Antonio Machado





Huye del triste amor, amor pacato,

sin peligro, sin venda ni aventura,

que espera del amor prenda segura,

porque en amor locura es lo sensato.



Ese que el pecho esquiva al niño ciego

y blasfemó del fuego de la vida,

de una brasa pensada, y no encendida,

quiere ceniza que le guarde el fuego.



Y ceniza hallará, no de su llama,

cuando descubra el torpe desvarío

que pedía, sin flor, fruto en la rama.



Con negra llave el aposento frío 

de su tiempo abrirá. ¡Despierta cama,

y turbio espejo y corazón vacío!






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